Nuevas formas de vender lo añejo

Sorprende que, entre tanto lloro y lamento por parte de la Sociedad General de Autores y Editores y de algún que otro cineasta -De la Iglesia, quién te ha visto y quién te ve-, otras 'empresas' sean capaces de tomar un producto con más de dos décadas a sus espaldas y servirlo calentito y con valor añadido en formato digital. Es el caso de Gog.com, siglas bajo las que se encuentra Good Old Games, un portal que vende títulos clásicos ya descatalogados para PC a precios muy competentes que van desde los seis hasta los diez dólares. El aficionado puede preguntarse qué sentido tiene pagar por algo que se puede encontrar gratis en ciertas páginas de Abandonware o en la dichosa mulita. La respuesta es evidente: la empresa garantiza la total compatibilidad de los juegos con las últimas versiones de Windows, a través de Dosbox. Así, elimina de un plumazo los trabajillos extra que el usuario debía realizar para ejecutar un juego escrito para el sistema operativo DOS. Si bien a algunos trastear con estas cosas también nos parece la mar de entretenido.

Consciente de ello, Good Old Games ofrece mucho más a sus clientes. Cuando uno compra un videojuego, puede descargarlo cuantas veces quiera y grabarlo en donde Dios le dé a entender porque se han eliminado las protecciones antipiratería que venían de serie. Con la adquisición, tarjeta de crédito o Paypal mediante, también se accede a los manuales de instrucciones convenientemente escaneados, la banda sonora y algunos extras más. Otra de las bazas que juega a favor del sistema es la velocidad de descarga de los videojuegos. Apenas lleva una hora bajarse un título como Tex Murphy Overseer, que ocupa cerca de tres gigas en el disco duro. Pongan en marcha la mula y esperen sentados una semana, con suerte. Después pueden darle una puntuación a cada título y escribir una reseña.

La nómina de videojuegos va creciendo mes a mes -acaban de engrosar la lista con el catálogo de Activision- y no es raro que sorprendan algún fin de semana con juegos a la mitad de su precio. El único punto negativo es que muchos de los videojuegos no se encuentran en castellano. Spain is different, Spain is pain.